Nació el 30 de abril de 1586 una niña, hija de Don
Gaspar Flores y Doña María de Oliva, a quien pusieron de nombre Isabel. El 25
de mayo de 1587, recibió el bautismo en la Iglesia de San Sebastián, con el nombre de Isabel
Flores de Oliva.
Pero ¿por qué se llama Rosa? Cuenta la
tradición, que a poco tiempo de nacida, su rostro se asemejó a una rosa y desde
aquel momento sus familiares la llamaron Rosa.
Isabel Flores de Oliva fue confirmada por
el arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo, quien le puso el nombre de Rosa.
Desde niña mostró su calidad de Santa y su
vida transcurrió en la soledad del huerto, orando Toda su existencia está llena
de sacrificios, penitencias, privaciones, obras caritativas y entrañable amor a
Dios.
Rosa recibió el hábito de la Tercera Orden de
Santo Domingo el 10 de agosto de 1606 en el convento del mismo nombre adonde
acudía diariamente a hacer sus oraciones. En 1609, tomó el hábito negro y
blanco de terciaria dominica.
Su constante búsqueda de soledad, la llevó
a construir en el jardín de su casa, una pequeña choza o celda a manera de
ermita.
Cuentan las personas de aquella época,
"que los enjambres de mosquitos volaban alrededor de ella al atardecer;
que los árboles inclinaban sus copas a la hora de la oración matutina y que un
ruiseñor acostumbraba cantar con ella en alabanza al Señor".
Se tiene noticias que también realizó maravillosamente
curaciones y milagros. La vida de Rosa se desarrolló dentro del ritmo simple y
religioso de la sociedad limeña de ese entonces.
Tenía distribuido el día entre la oración, el trabajo y
unas pocas horas de descanso.
Entre sus principales virtudes se señalan
la obediencia, que practicó desde muy niña hasta los últimos momentos de su
vida, cuando amorosamente pidió la bendición y perdón a sus padres y
confesores.
La humildad fue otro de los valores que
cultivó, pues en una época de exageraciones piadosas, Rosa apareció como un
ejemplo de sencillez, no obstante la abundancia de gracias y penitencias que se
imponía.
Otra de sus virtudes fue la caridad. Sentía
un vivo deseo por la salvación de las almas y animaba a sus hermanos dominicos
a predicar y a ir a las misiones. Según las referencias de la época, atendía a
toda clase de necesitados, especialmente a enfermos y mendigos. Su salud
siempre fue quebrantada por enfermedades, como el reumatismo. Desde temprana
edad se flageló a sí misma y dormía sobre espinas y piedras punteagudas.
Rosa de Santa María vivió hasta los 31
años. Durante los últimos tres años de su vida fue hospedada en la casa de la
familia del contador Gonzalo de la
Massa , un empleado del gobierno, cuya esposa le tenía
particular cariño, lugar en el que se levanta actualmente el Monasterio de
Santa Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que padeció a su muerte, la
oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero
auméntame en la misma medida tu amor".
Dios la llamó a Sí el 24 de agosto de 1617 y su entierro
tuvo un acompañamiento multitudinario. En 1668, fue beatificada por el Papa
Clemente IX, dándole el título de Patrona de Lima y del Perú. Y tres años
después, en 1671 elevada a los altares por el Papa Clemente X. Fue declarada
Patrona de las Américas, las islas Filipinas y las Indias Occidentales. Santa
Rosa es Patrona de las Armas del Perú.
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