viernes, 19 de septiembre de 2014

SANTA ROSA DE LIMA


Nació el 30 de abril de 1586 una niña, hija de Don Gaspar Flores y Doña María de Oliva, a quien pusieron de nombre Isabel. El 25 de mayo de 1587, recibió el bautismo en la Iglesia de San Sebastián, con el nombre de Isabel Flores de Oliva.
Pero ¿por qué se llama Rosa? Cuenta la tradición, que a poco tiempo de nacida, su rostro se asemejó a una rosa y desde aquel momento sus familiares la llamaron Rosa.
Isabel Flores de Oliva fue confirmada por el arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo, quien le puso el nombre de Rosa.
Desde niña mostró su calidad de Santa y su vida transcurrió en la soledad del huerto, orando Toda su existencia está llena de sacrificios, penitencias, privaciones, obras caritativas y entrañable amor a Dios.
Rosa recibió el hábito de la Tercera Orden de Santo Domingo el 10 de agosto de 1606 en el convento del mismo nombre adonde acudía diariamente a hacer sus oraciones. En 1609, tomó el hábito negro y blanco de terciaria dominica.
Su constante búsqueda de soledad, la llevó a construir en el jardín de su casa, una pequeña choza o celda a manera de ermita.
Cuentan las personas de aquella época, "que los enjambres de mosquitos volaban alrededor de ella al atardecer; que los árboles inclinaban sus copas a la hora de la oración matutina y que un ruiseñor acostumbraba cantar con ella en alabanza al Señor".
Se tiene noticias que también realizó maravillosamente curaciones y milagros. La vida de Rosa se desarrolló dentro del ritmo simple y religioso de la sociedad limeña de ese entonces.
Tenía distribuido el día entre la oración, el trabajo y unas pocas horas de descanso.
Entre sus principales virtudes se señalan la obediencia, que practicó desde muy niña hasta los últimos momentos de su vida, cuando amorosamente pidió la bendición y perdón a sus padres y confesores.
La humildad fue otro de los valores que cultivó, pues en una época de exageraciones piadosas, Rosa apareció como un ejemplo de sencillez, no obstante la abundancia de gracias y penitencias que se imponía.
Otra de sus virtudes fue la caridad. Sentía un vivo deseo por la salvación de las almas y animaba a sus hermanos dominicos a predicar y a ir a las misiones. Según las referencias de la época, atendía a toda clase de necesitados, especialmente a enfermos y mendigos. Su salud siempre fue quebrantada por enfermedades, como el reumatismo. Desde temprana edad se flageló a sí misma y dormía sobre espinas y piedras punteagudas.
Rosa de Santa María vivió hasta los 31 años. Durante los últimos tres años de su vida fue hospedada en la casa de la familia del contador Gonzalo de la Massa, un empleado del gobierno, cuya esposa le tenía particular cariño, lugar en el que se levanta actualmente el Monasterio de Santa Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que padeció a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".

Dios la llamó a Sí el 24 de agosto de 1617 y su entierro tuvo un acompañamiento multitudinario. En 1668, fue beatificada por el Papa Clemente IX, dándole el título de Patrona de Lima y del Perú. Y tres años después, en 1671 elevada a los altares por el Papa Clemente X. Fue declarada Patrona de las Américas, las islas Filipinas y las Indias Occidentales. Santa Rosa es Patrona de las Armas del Perú.

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