MARCO POLO
Suele considerarse uno de los más grandes exploradores del mundo. Hijo
de mercaderes, siendo niño emprendió viaje hacia el imperio Mogol acompañando a
su padre Niccoló y a su tío Matteo, quienes ya habían estado allí en 1266. En
un viaje de cuatro años de duración, partieron de Venecia y atravesaron el
Mediterráneo, el golfo Pérsico, Persia, el Khorasán, el Pamir y el desierto de
Gobi, hasta que llegaron en 1275
a Shang-tu, residencia veraniega del soberano mongol
Kublai Khan. Su estancia en China duró dieciséis años, en los que conquistó la
confianza del emperador y le fueron encargadas misiones diplomáticas de alto
rango. Su regreso a Venecia comenzó en 1291, escoltando a una princesa mongola
que el Khan ofrecía en matrimonio al soberano persa. Regresado cuatro años más
tarde y tras pasar por Constantinopla, decidió en 1298 escribir la relación de
su travesía y la de sus parientes, elaborando un valioso documento acerca de la
cultura mongol de la época.
Miembro del séquito del Kan, Marco conoció íntimamente la
casa imperial. Kublai vivía con refinada
suntuosidad. Había adoptado muchas
costumbres chinas y recibía a sus invitados al estilo chino más grandioso. En los banquetes, donde a menudo había miles
de comensales, se servían por lo menos 40 platos de carnes y pescados, 20
variedades de verduras, 40 clases de frutas y dulces y enormes cantidades de
leche y vino de arroz.
Su obra Los viajes de Marco Polo, es probablemente el libro de viaje
más famoso e influyente de toda la historia. La riqueza de sus intensas
descripciones supuso para la
Europa medieval la primera toma de contacto con la realidad
de China, además de las primeras noticias sobre otros países como Siam
(Tailandia), Japón, Java, Cochinchina (en la actualidad una parte de Vietnam), Ceilán
(en la actualidad Sri Lanka), Tibet, India y Birmania. Durante mucho tiempo,
esta obra fue la única fuente de información de Europa sobre la geografía y el
modo de vida en el Lejano Oriente. Además, sirvió de modelo para elaborar los
primeros mapas fiables de Asia que se hicieron en Europa, y despertó en
Cristóbal Colón el interés por el Oriente, que culminó con el descubrimiento de
América en 1492, cuando pretendía llegar al Lejano Oriente que Marco Polo había
descrito, navegando rumbo oeste desde Europa. También sugirió la posibilidad de
abrir una ruta marítima completa al Lejano Oriente bordeando África, hecho que
finalmente llevaría a cabo entre 1497-1498 el navegante portugúes Vasco da
Gama.
Es también, una tentativa de puente entre el cristianismo y el señorío
mongol del Gran Khan, con miras a establecer una posible alianza en contra del
área musulmana. Tiene en definitiva aires de cruzada. Gracias a él se
conocieron dos mundos tan dispares como lejanos, se abrieron las rutas de la
seda, las especias, piedras preciosas, productos tan corrientes en nuestros
días como son la porcelana, la pólvora, o la pasta italiana. Marco describe
otros aspectos de la vida en el Lejano Oriente con mucho detalle: el papel
moneda, el Gran Canal, la estructura del ejército mongol, los tigres y el
sistema postal imperial. También se refiere a Japón por su nombre chino, Zipang
o Cipango. Esto está considerado normalmente la primera mención del Japón en la
literatura occidental.
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