LUIS JOSÉ DE ORBEGOSO
Luis José de Orbegoso, nació en Chuquisongo, Usquil el 25 de agosto de
1795. Militar y político peruano,
presidente de la República
(1833-1834) y cofundador de la Confederación
Peruano-Boliviana creada en 1836.
Estudió en Lima, en el
Convictorio de San Carlos. En 1815 regresó a Trujillo, donde el virrey Abascal
le confirió el grado de cadete del regimiento de milicias de caballería, en una
época de militarización tras las revueltas políticas que siguieron a las Cortes
de Cádiz, el levantamiento de los hermanos Angulo en Cuzco y otras
movilizaciones sociales que preludiaban el fin del coloniaje en los Andes.
También fue en Trujillo donde otro noble, el marqués de Torre Tagle,
proclamó la independencia peruana. Orbegoso abrazó esa causa, dándole su
confianza el libertador San Martín, que lo nombró primero Sargento mayor y
luego Alférez Real en 1821. Fue Orbegoso comisionado por los vecinos
trujillanos que apoyaban al presidente Riva Agüero en 1823 para pedir que el
general Santa Cruz, que operaba en el sur, fuese a Trujillo a sofocar las
guerras civiles que amenazaban generalizarse. Sin embargo, su misión fracasó al
encontrarse diezmado el ejército de Santa Cruz.
Tras regresar a Trujillo, Orbegoso encontró a Bolívar, quien lo nombró
Prefecto del departamento que se llamaba, en honor a la proclamación
independentista, de La
Libertad. En 1826 ascendió a general de brigada. Sus
relaciones personales, provenientes de su cuna, le hicieron ser comisionado
nuevamente por el Congreso de la
República , del que era diputado en 1826, para ir a Guayaquil
a anunciar al general La Mar
su nominación como presidente del país.
Entonces la milicia era la prolongación directa de la política y
Orbegoso continuó su carrera militar al tomar parte en la guerra con Colombia
en 1829, de la que Perú salió derrotado. No se sometió a la revolución de
Piura, que destituyó a La Mar
después de esa derrota, y se retiró entonces a su hacienda Chuquisongo. El
Congreso lo promovió a general de división en 1832, a finales del
gobierno de Gamarra. Elegido diputado a la Convención Nacional
que nombraría al sucesor de Gamarra, quien intentaba nombrar a su allegado el
general Bermúdez, Orbegoso fue designado como presidente provisorio.
La eventualidad de una derrota fue prevista por el autoritario
Gamarra, lo que llevó a Bermúdez a encabezar una sublevación en enero de 1834.
El pueblo de Lima apoyó a Orbegoso, que ya había tomado los bastiones de El
Callao. Los bandos se enfrentaron en las calles de la capital y, finalmente, Orbegoso
se alzó la victoria. La violencia continuó hasta que los militares de uno y
otro bando se reconciliaron en pleno campo de batalla, en el famoso “abrazo de
Maquinhuayo”. Triunfante, Orbegoso renunció a la designación provisoria a la
que había sido promovido por la
Convención , pero fue conminado a continuar hasta que se
promulgara una nueva constitución, que Orbegoso juró en 26 de junio de 1834.
La situación no se pacificó. Tras la salida del presidente de la
capital, ante la eventualidad de un levantamiento de Gamarra en el sur, donde
tenía sus predios políticos más sólidos, Lima fue tomada por un joven y
aguerrido General, norteño también, Felipe Santiago Salaverry, que se proclamó
Jefe Supremo en febrero de 1835. Entonces, Gamarra atacó en el sur, donde
Orbegoso no tenía sino un escuálido ejército. Atacado por todos los flancos, el
presidente pidió ayuda a Santa Cruz, quien conspiraba en Bolivia desde hacía
años, para tomar el mando en el Perú.
Con la autorización del presidente, Santa Cruz entró en territorio
peruano, derrotando a Gamarra en Yanacocha el 13 de agosto de 1835. Luego, el
ejército unido, que en realidad era el comandado por Santa Cruz, se enfrentó a
Salaverry en Socabaya el 7 de enero de 1836. Con esta acción victoriosa los
escollos estaban salvados y se proclamó la Confederación
Peruano-boliviana , fruto de la determinación de sendas
asambleas populares realizadas en Sicuani (17 de marzo) y Huaura (6 de agosto).
En este clima de continua crisis política e institucional, la
situación social era de perpetuo desorden. Los asaltos y las incursiones de
bandas de negros, zambos, mestizos -llamados "castas"- y de gentes
marginales se producían en los alrededores de Lima, en medio de una horrible
crisis agraria. En este contexto se produjo un hecho sintomático: un bandolero,
llamado León Escobar, negro de los alrededores de Lima, tomó la ciudad y fue
presidente de Perú durante unas horas.
Otro de los hechos sobresalientes del gobierno de Orbegoso fue su
viaje a las provincias del sur. Una vez estabilizada la situación, el
presidente partió en una visita de buena voluntad y observación del país. No
hubiese trascendido si su capellán, el cura José María Blanco, no hubiera
escrito un magnífico diario de ese viaje. En 1838 fue derrotado en la Portada de Guía por los
chilenos, que se oponían a la unión de Perú y Bolivia, y tuvo que abandonar el
país. Falleció en Trujillo el 5 de Febrero de 1847.
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