MARIA NEGRON UGARTE
Rosa María Negrón Ugarte nació en Trujillo, el 16 de Abril de 1878 Es
indudable que tuvo una sólida formación enmarcada con los principios cristianos
(en Cristo se apoya y a Él recurre a confesarle su sed y su tormento, tal como
lo hace con su "Plegaria a Cristo crucificado") y las motivaciones
apropiadas de su hogar permitieron que su gran capacidad intelectual y su
resaltante sensibilidad desarrollaran a plenitud, convirtiéndola en valiosa
exponente de la mujer peruana.
Su vida, sin embargo, no fue lo feliz que merecía y esperaba serlo,
porque en el amor tuvo que sufrir el doloroso trance de ver morir tempranamente
a su novio, con quien se amaban de verdad y cuyo amor fueron pintando ambos en
extraordinarias cartas y poemas.
En su hogar fueron nueve hermanos: Maximiliano, Abraham, Genaro,
Adriana, Rosa María, Adolfo, Alfredo, Leonidas y Fidencio, a los que después,
por la muerte de su tío Santos, se agregaron cuatro primos hermanos y todos se
integraron como nacidos del mismo vientre. Todos ellos estuvieron muy unidos
por gran cariño y eso los hizo fuertes, pero también por eso cada separación
temporal o cada muerte los hizo sufrir profundamente: la muestra de esto es el
poema "Fúnebre", en homenaje a su hermano Alfredo.
Al fallecer su padre, de improviso y por un ataque cardíaco, cuando
vivían en la Quinta
cercana a Trujillo, la situación familiar fue haciéndose cada vez más difícil y
llegó el momento en que su madre ya no pudo seguir manejando esa propiedad con
la numerosa prole y vióse obligada a vender y emigrar a Cajamarca. Rosa María,
pues, atravesó etapas de estrechez económica y dificultades serias por lo que,
a veces infructuosamente, buscó apoyo (pidiendo incluso dinero prestado a
alguna amiga suya) y hasta tuvo que enfrentar la ingratitud de quienes, en las
buenas épocas la llamaron "amiga" y hasta "hermana" pero
que en el momento de dificultad le dieron la espalda, tal como lo relata en sus
manuscritas confesiones "Desnudeces".
Se desempeñó como Jefa de la oficina de Asistencia social en la
hacienda azucarera Chiclín y allí también fue contratada como Profesora de
niños (su afán era "enseñar a los moradores de Chiclín a vivir mejor bajo
todos los aspectos de la existencia"; efectuaba visitas domiciliarias para
guiar a las familias en la superación grupal, inculcándoles todo lo positivo y
moral, procurando el cultivo del bien por amor a Dios y no por temor;
proporcionaba orientaciones para una alimentación sana, hábitos de limpieza,
acciones contra el alcoholismo, prostitución y toda violencia familiar, manejo
del presupuesto familiar, guías para una diversión sana, recomendaciones para
superar el concubinato hacia una familia estabilizada en el matrimonio,
promover la alfabetización y la elevación del nivel cultural, etc.);
Gran parte de su vida la dedicó a los niños, siendo muy importante su
trabajo en la hacienda azucarera "Nuestra Señora del Rosario de
Chiclín" y en el Callao. Se dedicó mucho a los niños que sufrían de
estrecheces vitales o de abandono: por eso dice que cuando está "entre
ellos, algo muy dulce siento en mi alma".
En diversas oportunidades elaboró y presentó a instituciones o en
eventos especializados importantes trabajos, como: Iniciativas educacionales
para la radio, Propuestas de capacitación para las madres del sector popular,
La granja escuela agrícola femenina social, Propuestas para programas de
alimentación a niños de bajos recursos. También enfocó temas sobre los, asilos,
escuelas nocturnas, escuelas en urbanizaciones, vida del indio, labor de las mujeres,
iniciativas femeninas, atención social popular, visitas domiciliarias,
servicios sociales, liga de madres, Casa del niño, colonias de vacaciones,
labor cultural en las escuelas, atención sanitaria: profilaxia en las campiñas
de la sierra, Huertos obreros, mutualidad, escuelas laicas en diferentes
lugares de la sierra, Atención inmediata caritativa a los enfermos, Por qué los
médicos no extienden su atención a los alrededores de la ciudad, Mortalidad
infantil, medicina ambulante.
También trabajó en el Callao, en la Sociedad marítima de
auxilios mutuos. Fue la creadora y conductora de la llamada "Casa del
niño", llegando a conformar un grupo muy eficiente de colaboradores en la
misma pues aplicó pautas precisas como: seleccionar para personal a quienes estuvieran
atravesando una difícil situación económica "pero que sean honrados a toda
prueba"; no aceptó recomendaciones de ningún tipo "pues ello conduce
a introducir en una obra a personas ineptas que no corresponden al esfuerzo
necesario"; y, tuvo en cuenta a "las madres de familia o hijas cuya
necesidad esté constatada" y que reunieran condiciones para desempeñar el
servicio para el que se les contratara. En la "Casa del niño" sólo
admitía a los menores cuyas madres estaban completamente imposibilitadas de
atenderlos, ya sea por enfermedad u otra situación inevitable, pues no era
dable que los niños carecieran de las ventajas que proporciona la cercanía de
su madre.
Una gran etapa de su vida transcurrió en Cajamarca, esa histórica
capital departamental cuyo valle es uno de los más hermosos del Perú, y en el
Distrito de Jesús. A Cajamarca se refería como la "ciudad de mis
simpatías", haciendo remembranzas de los años que estudió allí y donde
conoció las dos caras del amor; también deja constancia de la etapa en que
estaba construyéndose la carretera de Cajamarca a Jesús.
Muy preocupada por mejorar las condiciones de vida de la mujer,
principalmente de las madres de los sectores populares es que dedicó muchas
jornadas de su vida no sólo a ejecutar acción social directa para saciar en
algo las necesidades de ese numeroso grupo sino que elaboró propuestas y como
conferencista las presentó en eventos diversos y a instituciones o empresas que
las hicieran realidad.
Literariamente, su estilo romántico seguía la huella de Gustavo Adolfo
Bécquer, José Santos Chocano y otros. Su alma poética hizo brotar poemas de
gran calidad, ya desde adolescente
En su autodescripción señala que tenía los ojos negros, reconoce con
satisfacción su inteligencia, confiesa su enorme apego a la lectura y el cariño
que siente por sus libros ("Hay libros -escribe- muy amados que se
contemplan y se besan con mística veneración" y que son "el rocío de
las lágrimas, las huellas de una mano querida y la presión indefinida de un
beso", pregonando orgullosa "Yo quiero a mis libros y para mí tienen
alma"), su inclinación al arte y la belleza.
El
deceso de Rosa María Negrón Ugarte se produjo en el Hospital Belén, en
Cajamarca, a las nueve y media de la noche del día Viernes 4 de Octubre de
1935, cuando tenía 48 años de edad, y después de haber sido ingresada al
nosocomio el viernes 23 de agosto; esto es, luego de 42 días en que la
infección conocida como Avispero (ántrax) fue apagándole la vida,
inexorablemente.
WA
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