MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS
Nació en la Ciudad
de Guatemala, 19 de octubre de 1899. Poeta, narrador, dramaturgo, periodista y
diplomático guatemalteco, considerado uno de los protagonistas de la literatura
hispanoamericana del siglo XX. Se graduó de abogado en la Universidad de San
Carlos, en Guatemala, donde participó en la lucha contra la dictadura de
Estrada Cabrera, hasta que éste fue derrocado. Fundó y dirigió la Universidad Popular
en 1922. Ya en ese entonces empezó escribir. Partió luego a Europa, donde vivió
intensamente los movimientos y sucesos que la transformaban.
Regresó a Guatemala en 1933, donde ejerció la docencia universitaria,
fundó el Diario del Aire, primer radio periódico del país y vivió una agitada
vida cultural y académica. En el período revolucionario de 1944 a 1954 desempeñó varios
cargos diplomáticos. En 1966 ganó el Premio Lenin de la Paz y en 1967 el Premio Nobel
de Literatura.
Para comprender su obra se debe tomar en cuenta el profundo influjo
que ejercieron en él tanto la cultura maya como la vida europea. Lo maya se
arraiga en la cosmovisión de un mundo que está asentado en un profundo y
auténtico pensamiento mágico y que atrapa en sus relatos. Por otro lado, el
influjo del surrealismo, la amistad con P. Eluard, el contacto con el Ulises de
J. Joyce, son las otras fuerzas que marcan su escritura. Asturias es
considerado precursor del boom hispanoamericano por su experimentación con
estructuras y recursos formales propios de la narrativa del siglo XX.
Su obra se inserta en la vanguardia literaria y abarca géneros
diversos. Como dramaturgo, creó un teatro tocado por el realismo mágico, denso
en significación humana y de notable poderío verbal. Como narrador, Asturias
alcanzó su máximo prestigio. Sus novelas y cuentos revelan una apasionada y
subjetiva captación de la realidad en diversas facetas: la tragedia de las
dictaduras, el mundo mágico del indígena, el mundo de magia y ensueño de la
niñez, las tradiciones de Guatemala, en sus novelas asoman los influjos
entremezclados de diversas tendencias, movimientos y corrientes
literarias".
Su primera obra importante es Leyendas de Guatemala (1930), conjunto
de relatos que pertenece a su primer ciclo junto con El Señor Presidente (1946)
y Hombres de maíz (1949). En el género del cuento escribió además Week-end en
Guatemala, (1955), El espejo de Lida Sal (1967), Tres de cuatro soles (1971).
Además de las novelas mencionadas, publicó Viento fuerte (1950), El Papa verde
(1954), Los ojos de los enterrados (1960), El alhajadito (1961), Mulata de tal
(1963), Maladrón (1969) y Viernes de dolores (1972).
En teatro merecen citarse Soluna (1955), La audiencia de los confines
(1957), Chantaje y Dique seco (1964). En poesía, Anoche, 10 de marzo de 1543
(1943), Sien de alondra (1948), Ejercicios poéticos en forma de soneto sobre
temas de Horacio (1951), Alto en el sur (1952), Bolívar, Canto al libertador
(1955), Nombre custodio e imagen pasajera (1959) y Clarivigilia primaveral
(1965). En ensayo, El problema social del indio (1923), Arquitectura de la vida
nueva (1928), Carta aérea a mis amigos de América (1952) y Latinoamérica y
otros ensayos (1968). Falleció en Madrid, 9 de junio de 1974.
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