martes, 23 de septiembre de 2014

JUAN SANTOS ATAHUALPA

JUAN SANTOS ATAHUALPA

Juan Santos Atahualpa (c. 1710 - c. 1756) fue el caudillo de una importante rebelión indígena en el Perú. Fue un caudillo inca nacido en Cuzco y criado por los jesuitas. Aprendió castellano y latín.
En esta versión indígena, Juan Santos Atahualpa personaliza la fusión cultural Inca-Asháninka, pues por línea paterna fue hijo del curaca guerrero José Santos Shingari, y por línea materna de María Atahualpa Coya, descendiente del Inca Atahualpa y "nieta del Padre Sol".
Viajó a España, Angola, Inglaterra y Francia. Regresó al Perú y allí fomentó una rebelión al comparar el viejo mundo con la dominación española ejercida en Perú. Se dice que estuvo relacionado con los ingleses pues al iniciar la lucha de la libertad se vio por las costas del virreinato la nave del inglés Jorge Anso. Se estableció en Chanchamayo en 1742. Contó con el apoyo de otros pueblos, en especial de los Ashaninca.
Juan Santos Atahualpa "eligió la selva central para iniciar su movimiento” ¿A qué responde la empatía entre su mensaje y la cosmovisión de los pueblos amazónicos? En las narraciones asháninkas Juan Santos Atahualpa es Inca y héroe pan-indígena (andino/amazónico), cuya misión histórica es liberar a su gente de la opresión española.
Como líder político tuvo la agudeza de elegir la selva central, región fronteriza y refugio de indígenas huidos de las minas y obrajes, parcialmente habitada por pueblos selváticos con vínculos clánicos que estaban reducidos en las misiones franciscanas.
Allí conoce a su esposa Martina Márquez Zumaeta, mujer asháninka natural del río Tambo, vendida de niña a los sacerdotes a cambio de una retrocarga (escopeta) y criada después en el Cuzco.
Se trasladó a Tarma donde se sublevó se hizo proclamar Apu Inca, descendiente de Atahualpa. Su meta era restaurar el Imperio Inca aniquilando a los españoles y sus costumbres. En junio del mismo año estalló el movimiento libertario. El primer objetivo fue la reducción de Eneno, Matranza, Quispango, Pichana y Nijandaris. Consiguió la ocupación de numerosos pueblos y ciudades que no serían recuperadas por las autoridades españolas hasta después de la muerte del caudillo.
Juan Santos Atahualpa venció las rencillas entre los pueblos amazónicos y los unió en la búsqueda de la restitución de los tiempos incaicos. Por eso los asháninkas, nomachiguengas, machiguengas, amahuacas, piros, shipibos, conibos,

No se sabe demasiado sobre su desaparición. Se dice que desde 1756 se sabía nada de él. Otra versión dice que hubo una sublevación entre los rebeldes y tuvo que ordenar la muerte de Antonio Gatica, su lugarteniente y otros hombres por posible traición. Se dice también que fue envenenado. No hay duda que Juan Santos Atahualpa era un hombre superior, y que su plan bien preparado, puso a la dominación española en serio peligro... Muchas son las versiones que han corrido sobre su muerte, y una de ellas es la siguiente: en 1761 convocó a todas las tribus a fin de hacer una invasión y rechazar a los españoles. Reunidas estas tribus, desde el Eneño hasta Metraro, hubo fiestas y juegos, adiestrándose en el manejo de las armas. Un curaca envidioso del poder de Juan Santos, dijo a otro que quería cerciorarse si este era verdaderamente inmortal, y que al día siguiente le tiraría una piedra. Principiados los juegos, cayó de repente Juan Santos en el suelo mortalmente herido en la cabeza; le recogieron sus adeptos y le llevaron al sitio donde se eleva hoy la capilla de Juan Santos Atahualpa.

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