domingo, 28 de septiembre de 2014

BERNARDO O'HIGGINS RIQUELME

BERNARDO O'HIGGINS RIQUELME
Nació el 20 de agosto de 1778 en Chillán Viejo. El 23 de julio de 1814, José Miguel Carrera derroca a Francisco de la Lastra y se constituye en el Presidente de la Junta de Gobierno. Bernardo O'Higgins se opone y marcha con sus fuerzas hacia Santiago, siendo derrotado en el combate de Tres Acequias por Luis Carrera en agosto de 1814.
El 1o. de octubre de 1814 Mariano Osorio con sus tropas inició el cruce del río Cachapoal y O'Higgins y Juan José Carrera se refugiaron en la plaza de Rancagua.
Aún cuando O'Higgins tenía menor graduación que el Brigadier Juan José Carrera, a petición de éste asumió el mando y la defensa de la plaza, que se encontraba sitiada por las tropas españolas. José Miguel Carrera acudió con la división de reserva, pero fue rechazada por las tropas realistas.
Habiendo transcurrido 36 horas desde el inicio del combate y agotadas las municiones, O'Higgins decidió romper el cerco y seguido por Ramón Freire Serrano, ordenó montar a caballo y abrirse paso a través del enemigo ante las atónitas huestes realistas.
Este hecho cerró el período de la Patria Vieja y los patriotas tuvieron que emigrar a Mendoza para preparar la reconquista.
El 16 de febrero de 1817, después del triunfo patriota en la Batalla de Chacabuco, el Cabildo abierto proclamó a Bernardo O'Higgins como Director Supremo.
Es en la dirección suprema de la nación donde O'Higgins se revela como un gran estadista al organizar el gobierno en lo jurídico, educacional, cultural y material y al reglamentar sus funciones, imponer tributos, y adaptar las leyes de instituciones del régimen colonial, al principio republicano para establecer un sistema social sobre bases más humanas e igualitarias.
Tuvo la gran preclara visión de que cualquier esfuerzo que se hiciera no serviría de nada, mientras el país no contara con una Escuadra. Después de la magnífica victoria de Chacabuco, el General Bernardo O'Higgins pronuncia la visionaria frase:
Asimismo vislumbró que el poder de una Escuadra nacional podría barrer a la armada española del Océano Pacífico y que sólo entonces las tropas patriotas amparadas por esa fuerza naval, inmovilizarían a los ejércitos españoles, facilitando su derrota y consolidando definitivamente la independencia de Iberoamérica.
Con muchos esfuerzos económicos crea la primera Escuadra Nacional, la Comandancia de Marina, la Comisaría de Marina, la Infantería de Marina y los Arsenales Navales.
Da el mando de la primera Escuadra Nacional al Capitán de Navío Manuel Blanco Encalada, quien zarpa el 10 de octubre de 1818 con cuatro buques con rumbo al sur, con la misión de interceptar y apresar un convoy enemigo.
La misión tiene éxito y la Escuadra regresa, habiendo capturado la fragata "Reina María Isabel" y seis transportes con tropas, demostrando a España que este poder naval emergente ya controlaba sus aguas.
Luego se da a la gigantesca labor de organizar y financiar la Expedición Libertadora del Perú, con tropas del General Juan José de San Martín y Matorras, que habían renunciado a su dependencia de las Provincias Unidas y se habían puesto a las órdenes del Gobierno de Chile y con tropas patriotas enroladas por el Gobierno.
Lord Thomas Alexander Cochrane logra destruir el poder naval español en el Pacífico, logrando el dominio del mar para la naciente nación.
Obtenida la independencia del Perú, y habiendo sucedido algunos hechos que empañaron su gobierno, como el fusilamiento en Mendoza de los hermanos Juan José y Luis Carrera Verdugo, el 8 de mayo de 1818, el asesinato de Manuel Rodríguez Ordaiza, el 26 de mayo de 1818, el fusilamiento en Mendoza de José Miguel Carrera Verdugo, el 4 de septiembre de 1821, la arbitraria política del Ministro Rodríguez Aldea y de la Logia Lautarina, los roces con los otros poderes del Estado, entre otras causas, determinaron el levantamiento de las provincias pidiendo su dimisión como Director Supremo.
Para evitar derramamiento de sangre, Bernardo O'Higgins Riquelme abdicó como Director Supremo el 28 de enero de 1823, entregando el poder a una Junta de Gobierno.
Posteriormente se trasladó al Perú arribando a El Callao el 28 de julio de 1823. Como no disponía de otras entradas, subsistió con el producto del cultivo de las haciendas Montalván y Cuiba, que le fueron obsequiadas por el Perú.
Exiliado voluntariamente, aceptó el retorno a la Patria que le ofreció el Presidente Manuel Bulnes Prieto y en los febriles preparativos agotó sus últimas energías. El 24 de octubre de 1842 el Libertador General Bernardo O'Higgins Riquelme entregó su alma a Dios.

El 11 de enero de 1869, Chile repatria los restos de su hijo ilustre, cuando las corbetas de guerra "O'Higgins" , "Esmeralda" y "Chacabuco" recalan a Valparaíso, al mando del Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, trayendo sus restos desde el puerto de El Callao, para ser sepultados en el Cementerio General. 

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