MONTESQUIEU.
CHARLES-LOUIS DE SECONDAT
Nacionalidad: Francia La Brède (Burdeos) 18-1-1689 -
París 10-2-1775
Nacido en La Brède , el 18 de enero de
1689, su nombre era Charles-Louis de Secondat, barón de La Brède y de Montesquieu.
Criado en el seno de una familia noble, se formó en leyes, lo que le permitió
posteriormente dedicarse al ensayo de corte político e histórico. Así, en 1721
hizo públicas sus famosas "Cartas persas", una reflexión crítica de
la realidad francesa (sociedad, instituciones, religión, absolutismo) vista a
través de los ojos de un joven persa residente en Francia. Posteriormente,
emprendió viaje por varios países europeos, como Alemania, Italia, Suiza e
Inglaterra, tras el que publicó una reflexión de corte histórico y moral,
siguiendo el estilo de los "Ensayos" de Montaigne:
"Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los
romanos". Filósofo ilustrado, en 1784 publica su obra de mayor
repercusión, "El espíritu de las leyes", en la que expone su teoría
acerca de la existencia de un orden en el acontecer histórico y unas leyes que
condicionan la actuación humana. Su ideología política advierte la existencia
de tres tipos posibles de gobierno: república, monarquía y despotismo, cada uno
con sus propias normas y pautas de actuación. Para Montesquieu, la república
debe gobernarse por el principio de la virtud, el amor a la patria y la igualdad.
La monarquía se rige por el honor, mientras que el despotismo está gobernado
por el terror. De este modo, su análisis histórico encuentra un modelo de
explicación racional del devenir de los pueblos y naciones. Montesquieu critica
la forma de gobierno que él mismo denomina despotismo, esto es, la sujeción de
los individuos no a las leyes sino a la fuerza del gobernante. Encuentra
contradictorio que el terror, principio que rige las formas de gobierno
despóticas, haya de asegurar la paz y la seguridad de los gobernados,
restringiendo su libertad. Contra la república, participación de los ciudadanos
en su propio gobierno, Montesquieu alega que es necesaria una excesiva
implicación de los individuos en las tareas de gobierno y que la extensión del
estado queda muy limitada. Pone como ejemplo de esta forma política a las
ciudades-estado de la
Antigüedad , y sitúa su decadencia y conversión en tiranías en
el alejamiento de los asuntos públicos por parte de sus ciudadanos. La tercera
figura política, la monarquía constitucional, es para Montesquieu la mejor
forma de gobierno, al reunir en sí misma las ventajas de la república y de las
monarquías absolutas. En este sentido, Inglaterra constituye la representación
gráfica de los postulados de Montesquieu. El reparto del poder del estado es
necesario para evitar la acumulación en una sola mano que pueda ejercerlo de
manera despótica. Para ello, debe dividirse en tres partes, cada una con una
misión específica y diferente, que supongan un equilibrio y contrapesen la actuación
de las demás. La división de poderes en tres (legislativo, ejecutivo y
judicial) y su adscripción a instituciones diferentes es garantía, según
Montesquieu, contra un gobierno tiránico y despótico. La fórmula propuesta es
hoy plenamente aceptada por los regímenes democráticos, que basan en este
esquema político sus planteamientos de gobierno. Montesquieu falleció en París
en 1755.
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