sábado, 20 de septiembre de 2014

FELIPE PARDO Y ALIAGA

FELIPE PARDO Y ALIAGA

Don Felipe Pardo y Aliaga nace en Lima, el 11 de junio de 1806. Sus padres fueron don Manuel Pardo y doña Mariana de Aliaga. Su padre pertenecía al grupo de funcionarios virreinales, contrarios a la inde­pendencia del Perú, por dicho motivo, al declararse ésta, la familia Pardo y Aliaga se embarca rumbo a España. Felipe recibe allá una esmerada educación, siendo discípulo del sacerdote Alberto Lista, de ideas liberales y afrancesadas. Por este tiempo conocerá a José de Espronceda y a Ventura de la Vega.  
En 1828, terminada su educación, decide regresar al Perú, era el go­bierno del mariscal Gamarra, que había derrocado a La Mar.  
Al llegar escribe su Oda de un peruano al regresar a su "patria, poema en el que alaba la libertad. Colabora con La Miscelánea y se dedica a observar los sucesos de su época. Es estudiante de Derecho. El 6 de agosto de 1829 estrena su obra Frutos de la educación, en la cual censura el baile de la zamacueca por licencioso y atentar contra la moral. Nos pinta en la obra a una pareja de novios que rompen su compromiso, porque la novia bailo zamacueca en una reunión social.  
En 1830 ocupa el cargo de se­cretario de Legación en Bolivia. Cuando Salaverry toma el poder lo nombra embajador en Bolivia. Ocupa también misiones diplomáticas en España y Chile.   Luego de la muerte de Salaverry, Pardo y Aliaga es destituido de su puesto por orden de Santa Cruz, lo que lo lleva a componer una gran cantidad de letrillas y epigramas en donde lo hace blanco de sus burlas, muchas de ellas son publicadas en el diario chileno El Intérprete.  
De regreso al Perú intenta res­taurar el teatro nacional y continúa su fructífera labor, publicando El espejo de mi tierra, insertando allí numerosos artículos y relatos como el Niño Goyito.   Su obra se torna copiosa y variada. Al final de sus días queda ciego y paralítico, pero continúa creando, dictándole sus apuntes a su hija Paca. Fallece el 24 de diciembre de 1868.  
Felipe Pardo y Aliaga se dedica a la literatura desde muy joven, can­tándole a la libertad con juvenil ideal y fervoroso sentimiento nacional, después poco a poco irá adoptando la sátira como una forma de corregir los defectos que ve en los momentos que vive el país, y empieza a compo­ner comedias y letrillas, que resultan una amplía galería de costumbres en donde mostrará su afición por lo criollo. La sátira se hacía en ese tiempo de una manera muy informal, generalmente entre amigos, en el café. Pardo la convierte en un género literario, elegante y clásico.
Obras: Podemos agruparlas en:
Letrillas y epigramas: El ministro y el aspirante , A mi levita , Qué guapo chico, Ø      El paraíso de Semprorio, Constitución política
Comedías teatrales: Frutos de la educación, 1829, sátira contra la zamacueca,       Una huérfana en Chorrillos, 1833, crítica de costumbres locales, Don Leocadio y el aniversario de Ayacucho, 1833, es una obser­vación burlona a la joven república.  

Periodismo: fundó y dirigió: El Espejo de mi Tierra, en donde publicaría: El Paseo de Amancaes, El carnaval de Lima, El viaje del niño Goyito 

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