Carlos
Oquendo de Amat fue un poeta peruano nacido en Puno en 1905 y fallecido en
Navacerrada (España) en 1936. Recibió una esmerada educación de parte de sus
padres, pertenecientes a la elite regional, que le permitió entrar en contacto
con las vanguardias literarias a pesar del alejado ambiente altiplánico en el
que se crió.
Su obra es de carácter claramente vanguardista, una de las que
inaugura esta corriente en el Perú. Publicó un solo poemario, 5 metros de poema (1928), que
es una única hoja de aproximadamente 5 metros , desdoblable como un acordeón.
La vanguardia llegó al Perú principalmente a través de Carlos Oquendo
de Amat, poeta puneño que publicó en 1927 un libro que llamó Cinco metros de
poemas, que se abría como un acordeón, y que era un objeto lleno de poemas,
absolutamente diferente a los libros tradicionales.
Carlos Oquendo de Amat desarrolla su inquietud literaria en un momento
en el que la represión del dictador Augusto B. Leguía, la influencia
presurrealista del dadaismo y la surrealista de Bretón, lanza a los jóvenes
intelectuales peruanos a manifestar sus registros culturales en un intenso
número de revistas con un marcado carácter social y literario, donde se
pretenden combinar los últimos acontecimientos históricos europeos y lo
autóctono peruano, como es el caso de Amauta, que dirigiría José Carlos
Mariátegui hasta el fin de sus días.
Su poesía se gesta con las primeras voces ultraístas que llegan a Perú
en los años veinte, pero especialmente se nutre de Bretón, Tzára, Eluard y de
sus inspiradores Rimbaud, Mallarmé, Valery y Apollinaire, influencia recibida
de la exquisita educación que su padre le proporcionara. Por supuesto y como
tónica general de los poetas de su generación, tuvo también la influencia siempre
presente de José María Eguren y en menor grado, de César Vallejo. Sin embargo,
encasillar el estilo de Oquendo sería lo mismo que pretender medir sus Cinco
metros de poemas y pretender que los mida.
Construye un universo poético para el que no necesita más
que la libertad creativa que le ofrecen los "ismos" y es por ello que
juega incesantemente, experimenta y vive. Y lo hace con vehemencia y con
estrecheces.
Con el paso del tiempo, la figura de Carlos Oquendo de Amat ha quedado
como emblemática del movimiento vanguardista peruano. De todos los poetas que
escriben en la época es el más transparente, el más atento a incorporar la
modernidad a la poesía, expresada tal vez por una ingenua admiración a todo lo
que era el progreso técnico de aquellos días, todo lo cual puede estar
representado por su frase escrita verticalmente "un ascensor compró para
la luna cinco metros de poemas", palabras que están lejos de las arengas
de Marinetti y que concilian con un viejo símbolo romántico, la luna.
En sus poemas usa el recurso de los caligramas que ilustran las
imágenes poéticas que desea crear. Asimismo hace referencia a la tecnología y
cultura de su tiempo. Sus poemas, influidos por el creacionismo y el ultraísmo,
sorprenden así por su forma literalmente gráfica.
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