Infancia de Benito Mussolini
Benito Mussolini nació
el 29 de julio de 1883 en Dovia di Predappio, una aldea de la Romaña italiana, hijo de un
herrero anarquista revolucionario llamado Alessandro Mussolini y de Rosa
Maltoni, una maestra de escuela. Aunque se convertiría en uno de los grandes
oradores del siglo XX, empezó muy tarde a hablar, por lo que sus padres
llegaron a pensar que sería mudo. Resultó ser un niño conflictivo, que se metía
con frecuencia en problemas con los compañeros, siendo expulsado a los once
años del internado de los Padres Salesianos en Faenza, por arrojar un tintero a
uno de los Padres y agredir a un compañero. Lo enviaron a la escuela Giosué
Carducci, de donde de nuevo se le expulsó por herir a otro muchacho.
Mussolini ingresa en el Partido Socialista Italiano
En el año 1900 ingresó en el Partido Socialista Italiano (PSI) y al
año siguiente obtuvo el título de maestro de escuela. En 1902 se refugió en
Suiza para evitar realizar el servicio militar. Trabajando como peón de
albañil, carnicero y chico de recados, aprendió alemán e inglés, que años más
tarde le resultarían de gran utilidad en sus conversaciones directas con Hitler
y con Chamberlain. En 1904 se decretó en Italia una ley de amnistía contra los
desertores, regresando a su patria y prestando el servicio militar en Verona en
el cuerpo de los bersaglieri, donde actuó con gran disciplina.
Del matrimonio Mussolini-Guidi nacieron cinco hijos
En 1909 conoció a Rachele
Guidi, con la que acabó conviviendo maritalmente, y no sería su esposa hasta
1917. Fruto de esta unión nacieron cinco hijos: Edda (1910), Vittorio
(septiembre 1916), Bruno (octubre 1918), Romano (1927) y Anna María (1928). La
bellísima hija mayor Edda, de carácter enérgico y rebelde, se casó con el conde
Galeazzo Ciano, que llegó a ser el delfín político del Duce. Vittorio, después
de múltiples aventuras, logró salir de Génova con rumbo a la Argentina. Bruno
moría el 7 de agosto de 1941 en la
II Guerra Mundial, pilotando un avión de combate.
Anteriormente había luchado como voluntario en el bando Nacional en la Guerra Civil
Española, en la que tomó parte en veintisiete combates aéreos. En la actualidad
el único hijo vivo del Duce es Romano,
de profesión pianista de jazz y que tiene 78 años. Cuando fusilaron a su padre
contaba con 18 años de edad. Anna María falleció a causa de una cruel
enfermedad en 1968, cuando sólo contaba 40 años.
Expulsado del diario “Avanti!” y del Partido Socialista
Benito Mussolini fue arrestado y encarcelado por oponerse a la guerra
entre Italia y Libia (1911-1912). Posteriormente fue nombrado director del
periódico oficial del Partido Socialista “Avanti!”, desde donde se erigió en
portavoz de los trabajadores. Al estallar la I Guerra Mundial (1914)
al principio se mostró contrario a la intervención de Italia en la guerra, pero
hacia octubre de 1914 cambió su posición neutralista, para pasar a reclamar
apoyo a los aliados en la contienda. Este viraje ideológico le costó la expulsión
del diario y del Partido Socialista.
Combate como soldado en la
I Guerra Mundial
En noviembre de 1914 Mussolini fundó en Milán el diario “Il Popolo
d’Italia”. En agosto de 1915 partió como voluntario al frente de combate como
simple soldado, demostrando gran valor y arrojo, hasta que en febrero de 1917
cayó gravemente herido, permaneciendo cuatro meses internado. Terminada la
guerra, Italia fue tratada como una potencia vencida, lo que proporcionó una
creciente desocupación y una economía quebrada.
Funda los grupos “Fasci de Combattimento”
Mussolini aprovechó esta mala coyuntura para fundar en Milán los
grupos llamados “Fasci di Combattimento”, movimiento de carácter nacionalista,
antiliberal y antisocialista. Tomó su nombre de las ‘fasces’, el antiguo
símbolo de la disciplina romana. En 1921 formó el ‘Partido Nacional Facista’.
En un mismo grupo unió a la nueva clase burguesa de la posguerra con los
grandes industriales, los excombatientes, los trabajadores, los agricultores y
el ejército. Reconocía el sufragio universal, defendía el liberalismo
económico, la privatización de las industrias estatales y la libertad de
cultos.
Marcha sobre Roma’. Mussolini al poder
El 25 de mayo de 1922 organizó su ‘marcha sobre Roma’. El diario “El
Corriere della Sera” saludó la llegada del fascismo al poder como una garantía
contra el peligro socialista, afirmando el resto de periódicos que el gobierno
de Mussolini representaba el único camino para restablecer el orden que todos
los italianos pedían. Un día después de la ‘marcha’ de las milicias de las
‘Camisas Negras’, el rey Víctor Manuel III invitó a Mussolini a formar
gobierno.
Desde el poder Mussolini dictó leyes sociales muy importantes que aún
hoy siguen vigentes, tales como la jornada laboral de ocho horas, la pensión
por ancianidad, la jubilación, el derecho a una justa retribución, la
protección de los niños, etc. Por primera vez los ciudadanos se sentían
protegidos por el Estado y orgullosos de ser italianos. Así pues, se mantuvo el
sistema capitalista y se incrementaron los servicios sociales, pero se
abolieron los sindicatos independientes y el derecho a la huelga.
En pocos años se realizaron grandes obras públicas, creación de nuevas
industrias, construcción de autopistas, mejoras ferroviarias, etc. que
cambiaron la fisonomía de Italia. En 1929 se firmaron los Pactos de Letrán con
el Vaticano, acabando de esa forma con el conflicto que había enfrentado a la Iglesia y el Estado
italiano desde 1870.
En los años treinta era un país moderno y próspero, con un sistema
político que muchos países del mundo trataban de imitar. Tanto es así, que
grandes personajes de la época elogiaban con entusiasmo a Mussolini. Churchill
dijo de él que era el estadista más importante de aquellos años. Gandhi afirmó
que era el nuevo Mazzini de Europa. Hitler lo admiró toda su vida y llegó a
decir que era el estadista más grande que había tenido la humanidad en los
últimos mil años. Roosevelt lo citaba como modelo de conductor político. Como
pasa con los avatares del tiempo y de las circunstancias, después de 1945 la
historiografía borró de un plumazo estos elogios, pero para un juicio justo y
sereno, estas laudatorias manifestaciones se conservan en las hemerotecas y en
los documentos de la época.
Después de la muerte de su hermano Arnaldo, que había sido su mejor
consejero político y con el que mantenía una excelente relación, Mussolini
cometió muchos errores. Se quedó solo y rodeado de una corte de genuflexos que
adulaban todas sus decisiones por más erradas que fueran. Más tarde se confió
en su yerno, el conde Galeazzo Ciano, hombre muy superficial e incapaz de
resolver los problemas más nimios.
En 1935 Mussolini invadió Etiopía (Abisinia) haciéndose con la
aclamación de casi todos los sectores de la sociedad italiana. En 1936 envió
tropas en apoyo de Franco durante la Guerra Civil Española (1936-1939) si bien sufrió
contratiempos como en Guadalajara.
Segunda Guerra Mundial
Se alió con la
Alemania gobernada por el nacionalsocialismo mediante la
formación del Eje Roma-Berlín que culminó
con el Pacto de Acero entre ambos estados (1939) y en ese mismo año invadió
Albania. Al estallar la II
Guerra Mundial, decidió mantenerse al margen, pero cambió de
actitud cuando los alemanes invadieron Francia en junio de 1940. Italia luchó
contra los británicos en África, invadió Grecia y se unió a los germanos en el
reparto de Yugoslavia, la invasión de la Unión Soviética y
la declaración de guerra a los Estados Unidos.
El Rey Víctor Manuel III destituye a Mussolini
En 1943, en medio de las derrotas militares y mientras los aliados
desembarcan en Sicilia, el Gran Consejo Fascista, que hasta entonces se había
limitado a avalar las decisiones de Mussolini, lo destituyó el 25 de julio de
1943, para quedar bien ante los ojos del enemigo. El Rey Víctor Manuel III,
eterno admirador del Duce, para salvar su propio pellejo depuso a Mussolini
ordenando su arresto. A las doce del 25 de julio, la radio comunicaba a la
población: “Su Majestad el Rey-Emperador Víctor Manuel ha aceptado la dimisión
de los cargos de Jefe del Gobierno y Secretario de Estado de Su Excelencia el
‘Cavaliere’ Benito Mussolini, y ha nombrado Jefe del Gobierno y Secretario de
Estado al ‘Cavaliere’ Mariscal de Italia Pietro Badoglio”
Detención del Duce
Después de entrevistarse con el Rey, Mussolini fue detenido en ‘Villa
Savoia’. El 28 de julio fue llevado a la isla de Ponza y, más tarde, el 6 de
agosto, a la isla de La
Madalena , para finalmente trasladarlo al Gran Sasso, una
estación de invierno en las alturas de los Abruzzos, adonde sólo se podía
llegar a través de un funicular. Lo alojaron en el hotel “Campo Imperatore”
bajo la vigilancia de doscientos cincuenta ‘carabinieris’. El 12 de septiembre
de 1943, la audaz hazaña del coronel alemán de las SS, Otto Skorzeny,
consiguiendo hacer aterrizar a 90 hombres en planeadores y rescatando al Duce.
Con él voló en un ‘Fieseler-Storch’ a Pratica di Mare, donde les esperaba un
Heinkel He-111 para llevarlos a Viena y de allí a Munich. Por esta acción, Otto
Skorzeny recibió la Cruz
de Caballero para su Cruz de Hierro y fue ascendido a ‘Sturmbannführer’.
República de Saló
Tras una conversación con Hitler, éste le nombró jefe de la República Social
Italiana, fugaz régimen radicado en Saló y que sólo subsistió por la protección
alemana. Los italianos del norte le siguieron siendo fieles, pero se desató una
guerra civil entre los partisanos y los fascistas, A todo esto, en Italia reina
un gran caos, con las tropas italianas que no saben a quien servir, si a
Badoglio, a Mussolini o a los alemanes.
Los últimos días de Mussolini
El 13 de marzo de 1945 Mussolini envió a su hijo Vittorio a entregar
al cardenal Schuster, arzobispo de Milán, una carta solicitando algunas
garantías para la población civil en el caso de que los alemanes evacuaran
Italia, y las fuerzas fascistas tomaran posiciones en los Alpes. El cardenal
Alfredo Ildefonso Schuster creyó que el gesto era perfectamente inútil, pero
transmitió el mensaje a los aliados por medio del nuncio apostólico de Berna.
La rotunda negativa de Winston Churchill a cualquier propuesta que no
contemplara la muerte del Duce, alimentó durante los años de posguerra el
manejo de varias hipótesis. La sincera amistad que existió entre Churchill y
Mussolini durante más de veinte años, quedó plasmada a través de una cuantiosa
correspondencia que mantuvieron los dos estadistas. Cada vez que Churchill
visitaba Italia, el Duce lo invitaba a su casa en la Villa Torlonia.
Esta entrañable amistad siguió aún después del ingreso de Italia en la guerra
al lado de los alemanes en 1940. Ello llevó a alimentar variadas e incluso
disparatadas leyendas, con respecto al papel que jugó Mussolini durante la
guerra, con sus grandes desaciertos estratégicos cometidos en todos los frentes
de batalla, lo que hizo sospechar en algún plan secreto entre italianos e
ingleses con el fin de perjudicar a Hitler. Los despropósitos italianos fueron
de tal magnitud que los propios alemanes pronto prefirieron combatir solos,
antes que con los contingentes italianos.
El 25 de abril de 1945, Mussolini acudió al palacio del cardenal
Schuster para reunirse con representantes del movimiento partisano Comité de
Liberación Nacional. Las propuestas que recibió Mussolini fueron terminantes:
rendición incondicional, exigiendo la concentración de todos los fascistas en
el triángulo Milán-Como-Lecco, donde entregarían las armas. Después se
emprendería acción legal contra algunas personas, al resto se les garantizaría
inmunidad en calidad de prisioneros de guerra.
El líder italiano intentó huir a Suiza con su amante, Clara Petacci,
durante los últimos días de la guerra, pero ambos fueron capturados por
miembros de la Resistencia
italiana, quienes les fusilaron en Giulino di Mezzegra (en las proximidades del
lago de Como) el 28 de abril de 1.945, siendo sus cuerpos expuestos
públicamente en las calles de Milán.
El cadáver del Duce fue desmembrado y enterrado en secreto
en el cementerio de Musocco en Milán, de donde sería robado al año siguiente
por unos neofascistas, que lo entregaron a los padres franciscanos del convento
Angelicum de Pavía.
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