Alfredo
Bryce Echeñique nació en Lima, Perú, en 1939. Doctor en letras por la Universidad de San
Marcos, en 1964 se trasladó a Europa. Ha trabajado como profesor en diversas
universidades francesas, compatibilizando su labor docente con la creación,
tanto en sus novelas como en sus libros de relatos, de uno de los universos
narrativos más originales y profundos de la literatura en lengua española de
este final de siglo.
Narrador peruano que ha hecho de su doble experiencia la de limeño
criado según las costumbres tradicionales de la vieja burguesía, y la de
escritor latinoamericano insertado en el ambiente cosmopolita europeo— la base
de historias cuyo encanto es el humor, la espontaneidad del trazo narrativo y
la cualidad oral del lenguaje. Bryce tiene el don natural del narrador:
entretener, inventar tramas, crear personajes. Sus relatos están sobrecargados
de incidencias y peripecias que, teniendo referentes reales (y muchas veces
autobiográficos), adquieren un sesgo delirante.
Podrían considerarse ejemplos de "realismo burlesco", por la
alegre despreocupación vital de sus personajes y las situaciones grotescas en
las que se ven envueltos. Pero bajo su amena superficie, se percibe una suave
melancolía, una resignada elegía por los dorados tiempos de la infancia, por la
juventud perdida o por el amor siempre fugitivo. Nacido en Lima en el seno de
una familia acomodada y de apellido ilustre, siguió estudios de Letras en la Universidad de San
Marcos, y viajó en 1964 a
París.
Se doctoró en la
Sorbonne y luego enseñó por varios años en esa universidad y
en las de Vincennes y Montpellier. Posteriormente pasó a vivir en Madrid, donde
se ha convertido en un autor auténticamente popular. Muy recientemente regresó
a su país con intenciones de volver a establecerse allí.
En 1968 ganó el Premio Casa de las Américas por su libro de cuentos
Huerto cerrado, publicado ese mismo año. Muchos consideran Un mundo para Julius
(1970), su primera novela, la mejor de todas por el exacto equilibrio entre la
ironía crítica y el sabor nostálgico con los que evoca el mundo de la alta
burguesía limeña —algo venida a menos pero no por eso menos aristocratizante o
menos celosa de sus buenas maneras—, desde el que el protagonista sale a
descubrir una realidad muy distinta. En 1974 apareció su segundo libro de
cuentos, La felicidad ja, ja.
Sus siguientes novelas son amplias narraciones con héroes peruanos
trasplantados a Europa, cuyos vagos proyectos literarios se disuelven en una
especie de bohemia internacional y en frustradas aventuras sentimentales.
Ejemplos de eso son Tantas veces Pedro (1977), La vida exagerada de Martín
Romaña (1981) y El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz (1985); las dos
últimas son parte del díptico titulado "Cuadernos de navegación en un
sillón Voltaire".
Recientemente ha publicado las novelas La última mudanza de Felipe
Carrillo (1988) y No me esperen en abril (1995); libros de narraciones como
Magdalenta peruana y otros cuentos (1986) y Dos señoras conversan (1990); y sus
"antimemorias" Permiso para vivir (1993).
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