Alejandro Toledo, nació en el Centro Poblado de Ferrer, distrito de
Bolognesi pero fue registrado en el vecino distrito de Cabana, en la provincia
de Pallasca, en la
Región Ancash , el 28 de marzo de 1946. Sus padres fueron
Anatolio Toledo Campos (natural de la Provincia de Nazca, de ascendencia ayacuchana y
arequipeña) y Margarita Manrique, una familia de campesinos de situación
économica baja.
Fue el octavo de dieciséis hijos, de los cuales solo sobrevivieron
nueve debido a las precarias condiciones en que vivía su familia. En 1950, su
familia se mudó a Chimbote en busca de un futuro mejor por medio de la pesca de
anchoveta.
Toledo realizó trabajos de lustrabotas y vendedor ambulante para
contribuir a la economía familiar, la cual era muy precaria. Estas actividades
las seguía paralelamente con sus estudios primarios en los colegios estatales
San Isidro y Minerva.
Cursó sus estudios secundarios en la Gran Unidad Escolar
San Pedro de Chimbote, destacando habilidades literarias y periodísticas.
Estudió Economía y Administración de empresas (Economics and Business
Administration) en la
Universidad de San Francisco (1970); una maestría en Economía
y Recursos Humanos (1971); otra en Economía (1972) y un Ph.D en Economía de los
Recursos Humanos (1993), todas en la Universidad de Stanford.
De origen humilde, se vinculó originalmente al ámbito técnico y
académico, desde donde participó como analista sobre política y economía en
algunas oportunidades. Ingresó a la política activa al fundar el partido País
Posible, que es hoy Perú Posible —la legalidad de cuya inscripción fue
cuestionada—, participando en las elecciones presidenciales de 1995. En 2000,
logró convertirse en el líder de la oposición al régimen de Alberto Fujimori,
quien pretendía concretar una gestión de quince años; sin embargo, Toledo
perdió en la segunda vuelta electoral en un proceso accidentado y cuestionable.
Ya después del destape de
escándalos de corrupción al interior del régimen y de la destitución de
Fujimori por el Congreso Nacional, Toledo participó en las elecciones de 2001
junto a Lourdes Flores (UN) y Alan García (PAP); compitió con este último en la
segunda vuelta, donde obtuvo la victoria con 53,08% de votos válidos.
Su gobierno se caracterizó por continuar con el proceso iniciado por
Valentín Paniagua en relación al restablecimiento del Estado de Derecho y del
respeto pleno a las libertades civiles; por el inicio del despunte
macroeconómico del país, fomentando la inversión extranjera y la firma de
tratados de libre comercio; y por la implementación de varios proyectos de
inversión en infraestructura y desarrollo humano.
Toledo, sin embargo, sufrió de una grave crisis de gobernabilidad y
una amplia desaprobación popular durante el mayor tiempo de su gestión —llegó,
en cierto momento, a recibir sólo un 8% de popularidad —, debidas entre otras
cosas a la existencia de escándalos que involucraban su vida privada o a
personas integrantes de su familia, partido político o su entorno cercano.
Sorpresivamente, en el último año de su gobierno se recuperó hasta
alcanzar casi 54% de aprobación en la capital peruana.
Entre el año 2006 y 2008 trabajó como Distinguished Scholar in
Residence en el Center for Advanced Study in the Behavioral Sciences en la Universidad de
Stanford. Actualmente es Distinguished Visiting Scholar en The School of
Advanced International Studies en Johns Hopkins University y ofrece
conferencias en distintos países; asimismo, preside su partido y también el
Centro Global para el Desarrollo y la Democracia -que organizó una cumbre de ex
presidentes en abril de 2008 en Lima-. Emite con alguna regularidad opiniones
sobre la gestión de Alan García, asumiendo una posición opositora.
Su gobierno
Toledo, ya como Presidente, procedió a normalizar las relaciones diplomáticas
con el gobierno de Venezuela, después de estar deterioradas durante el gobierno
interino de su predecesor Valentín Paniagua, por el caso de Vladimiro
Montesinos. Estas, sin embargo, no serían duraderas. El apoyo explícito del
Presidente Toledo a un fallido intento de Golpe de Estado en Venezuela
congelarían una vez más las relaciones con ese país. Las relaciones con el
gobierno de Japón se deterioraron desde un primer momento después de la
negativa de éste de extraditar al ex presidente Fujimori, por el cargo de
diversos delitos y en donde Toledo insiste en su entrega.
En el aspecto integracionista Toledo, estableció acuerdos económicos
con Brasil, en donde destacan proyectos en conjunto para mejorar las
comunicaciones entre ambos países y con Bolivia. Con Estados Unidos promovió y
aceleró las negociaciones para el Acuerdo de Promoción Comercial Perú - E.U.A.,
junto con Ecuador y Colombia.
El 28 de octubre de 2005 fue presentado un proyecto de ley en el
Congreso de la República
del Perú que indicaba el establecimiento de líneas de bases para la definición
del dominio marítimo sobre el Océano Pacífico. Aprobado este proyecto el 3 de
noviembre de 2005, fue promulgado por el Presidente Toledo el mismo día. La
promulgación de esta ley generó un fuerte rechazo por parte del gobierno del
entonces Presidente Chileno Ricardo Lagos, quien logró el apoyo del gobierno
del Ecuador para fortalecer su posición. Este hecho marcó un distanciamiento en
la relación entre el Perú y Chile, contrastando con las cálidas relaciones
diplomáticas que existían al inicio de su gobierno.
Su gobierno ha tenido como características los Tratados de Libre
Comercio con el Mercosur, la Comunidad Andina y Tailandia y el muy importante
Acuerdo de Promoción Comercial (APC) con Estados Unidos que fue aprobado por el
Congreso Peruano el 26 de junio de 2006.
En 2003, se vivió una huelga general de los maestros del Estado entre
los meses de junio y julio, junto con otras de los médicos y enfermeras del
sector publico, el poder judicial y los agricultores y cocaleros, que dieron un
clima de desgobierno que culmino con la declaración del Estado de emergencia o
de excepción es decir el recorte de las garantías y libertades constitucionales
por un mes. Los sucesos llevaron nuevamente a la dimisión de varios ministros.
En el año 2004, hubo fuertes rumores de una posible vacancia
presidencial, con un paro nacional convocado por la Confederación General
de Trabajadores (CGTP) y por la oposición, liderada por el APRA con Alan García
el 14 de julio de ese año. Aunque la huelga fracasó y las aguas se calmaron y
no se planteó formalmente la vacancia esta fue usada como elemento de presión
de las fuerzas políticas.
En el último día de su gobierno, el Presidente Toledo inauguró la
llamada Plaza de la Democracia ,
ubicada en el lugar donde se produjo el incendio del "Banco de la Nación " y la muerte de
seis guardias de seguridad.[29] Al día siguiente; minutos antes de llegar al
Parlamento para entrega el poder; manifestó que a pesar de los altos y bajos de
su administración, "Entré [a la Presidencia ] por la puerta grande y salgo por la
puerta grande". En los últimos seis meses de su mandato se registró un
incremento de aprobación de su gestión de entre el 10% al 30% a nivel nacional.
Toledo terminó su mandato con un 47.1% de aprobación en el ámbito capitalino.
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