SIMÓN BOLÍVAR
El Libertador, nació en Caracas el 24 de julio de 1783. Su ciudad
natal, capital entonces de la Capitanía General de Venezuela, provincia del
Imperio Español, sería en 1810 la matriz del movimiento independentista
hispanoamericano. El recién nacido, cuarto vástago del matrimonio formado por
el coronel Juan Vicente Bolívar Ponte y doña María de la Concepción Palacios
Blanco, criollos ambos.
La
siembra afectiva en el espíritu del joven pupilo la hizo en Caracas Rodríguez,
no con teorías a la Rousseau ,
sino con tacto, comprensión, sensibilidad y firmeza.
Conoció a María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza. En mayo de 1802,
contrajo matrimonio, el día 26, con María Teresa.
Era la época, en 1804, en que Napoleón se convertía en emperador. Este
hecho impresionó mucho a Bolívar, quien admiraba el genio militar de Bonaparte,
pero criticaba su ascenso al trono imperial. En sus conversaciones con los
sabios Humbolt y Bonpland - sobre todo con el segundo, más receptivo - ya
Bolívar tocaba el tema de la independencia suramericana.
El momento llegó cuando el 19 de abril de 1810 se inició en Caracas la
revolución de la independencia. Bolívar ascendido a coronel, fue comisionado
por la Junta de
Caracas, junto con Luis López Méndez y Andrés Bello, para viajar a Londres, y
exponer ante el gobierno británico los deseos de Venezuela, que eran los de
mantenerse por lo menos en autonomía respecto al gobierno que en España había
tomado el mando luego de haber sido apresado el rey Fernando VII por Napoleón.
Después del 5 de julio de 1811, combatió bajo las órdenes del general
Miranda para someter a los realistas que se habían alzado en Valencia. El 23 de
julio de 1811 recibió Bolívar su "bautismo de fuego", es decir, peleó
por primera vez.
A la cabeza de un pequeño ejército limpia de enemigos los márgenes del
río Magdalena, toma en febrero de 1813 la Villa de Cúcuta e inicia en mayo la liberación de
Venezuela.
La serie de combates y de hábiles maniobras que en tres meses le
condujeron vencedor desde la frontera del Táchira hasta Caracas, donde entró el
6 de agosto, merecen en verdad el nombre de Campaña Admirable.
A mediados de 1819 el ejército republicano, con Bolívar a la cabeza,
atraviesa los Andes, derrota el ejército realista de la Nueva Granada en el
Pantano de Vargas y en Boyacá, y entra triunfante en la ciudad de Bogotá. En
diciembre de 1819, a
instancias de Bolívar, el Congreso de Angostura crea la República de Colombia,
que comprendía a las actuales naciones de Venezuela, Colombia, Panamá y
Ecuador.
El 11 de julio, Bolívar se halla en guayaquil, en donde desembarca el
día 25 el general José de San Martín, procedente del Perú. Allí se abrazan y se
entrevistan los dos ilustres capitanes de la Independencia Suramericana.
Lo que conferenciaron en privado, consta en los documentos auténticos emanados
de Bolívar y de su Secretaría General. El objetivo principal del general San
Martín, que era negociar sobre el destino futuro de Guayaquil, no pudo
realizarse, puesto que la
Provincia se había incorporado ya a la República de la Gran Colombia.
Le preocupa sobre todo lo que ocurre en el Perú, pues después de la
salida del general San Martín de aquel país, debido a las dificultades que tuvo
con la oligarquía limeña, sus sucesores en el mando no habían podido vencer al
poderoso ejército realista que todavía se sostenía en el territorio peruano y
representaba una seria amenaza no sólo para la independencia del propio Perú,
que no estaba consolidada, sino para los demás países de Sur América.
En 1823, el Congreso del Perú llama al Libertador en su auxilio, pues
los republicanos están divididos y un potente ejército realista amenaza con
destruir la obra que había iniciado San Martín. Bolívar desembarca en El Callao
en septiembre de 1823, y pasa de inmediato a Lima, donde al poco tiempo el
Congreso le concede poderes extraordinarios. Investido del carácter de
Dictador, para salvar al Perú, (como en la antigua República Romana), Bolívar
concentra todas sus energías en este objeto, del cual es una excelente síntesis
su exclamación de Pativilca en enero de 1824.
En agosto de 1824, la victoria de Junín, tremendo choque
de caballería, inclina la balanza del poder hacia la causa republicana. En
diciembre, la batalla de Ayacucho, ganada por el más destacado de los generales
del Ejército Republicano, Antonio José de Sucre, pone fin a la Guerra de Independencia. ha
concluido la etapa militar y ha llegado la hora de la reorganización política y
social de los nuevos Estado, para fortalecer la unidad, y con la paz, alcanzar
el progreso.
En vísperas de Ayacucho, el 7 de diciembre de 1824, Bolívar había
convocado desde Lima el Congreso de Panamá (el cual se reunió en 1826), para
que las naciones hispanoamericanas se unieran y fijasen una posición común
frente a las grandes potencias del mundo y ante España, que quería continuar la
lucha.
En
1825 el Libertador visita Arequipa, el Cuzco y las provincias que entonces
llamadas el Alto Perú. Estas se constituyen en nación independiente, y lo hacen
bajo la protección del Libertador, en cuyo nombre se inspira la nueva
República: Bolívia. Para ella redacta un proyecto de Constitución, que
considera también aplicable en líneas generales a los demás países que su
espada liberó.
En abril de 1826, una revolución acaudillada por el general Paéz, la Cosiata , había estallado
en Venezuela. Bolívar regresa de ese año al suelo natal por la vía de Bogotá y
logra restablecer la paz, evitando los horrores de la guerra civil, en enero de
1827.
Bolívar, aclamado dictador en Bogotá, acepta el mando para tratar de
salvar su obra, y es víctima allí de un atentado contra su vida, el 25 de
septiembre de 1828.
Poco después, ha de ponerse en campaña para enfrentar la invasión de
los peruanos en el sur de la
República y permanece en el Ecuador durante casi todo el año
de 1829. En su ausencia, el Consejo de Ministros proyecta establecer una
monarquía en Colombia, pero Bolívar rechaza con energía toda insinuación al
respecto, y reitera su antigua divisa: "Libertador o muerto".
A comienzos de 1830 está de nuevo en Bogotá para instalar el Congreso
Constituyente que se espera podrá salvar la unidad de la Gran República.
Pero Venezuela se agita de nuevo, y se proclama Estado Independiente. La
oposición crece y se fortalece en toda partes. Bolívar, enfermo y agotado,
renuncia a la Presidencia
y marcha a la costa con el propósito de viajar a Europa. La muerte,
misericordiosa, le sorprende en San Pedro Alejandrino, una hacienda cercana a
Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830.
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