miércoles, 22 de octubre de 2014

SIMÓN BOLÍVAR

SIMÓN BOLÍVAR

El Libertador, nació en Caracas el 24 de julio de 1783. Su ciudad natal, capital entonces de la Capitanía General de Venezuela, provincia del Imperio Español, sería en 1810 la matriz del movimiento independentista hispanoamericano. El recién nacido, cuarto vástago del matrimonio formado por el coronel Juan Vicente Bolívar Ponte y doña María de la Concepción Palacios Blanco, criollos ambos.
La siembra afectiva en el espíritu del joven pupilo la hizo en Caracas Rodríguez, no con teorías a la Rousseau, sino con tacto, comprensión, sensibilidad y firmeza.
Conoció a María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza. En mayo de 1802, contrajo matrimonio, el día 26, con María Teresa.
Era la época, en 1804, en que Napoleón se convertía en emperador. Este hecho impresionó mucho a Bolívar, quien admiraba el genio militar de Bonaparte, pero criticaba su ascenso al trono imperial. En sus conversaciones con los sabios Humbolt y Bonpland - sobre todo con el segundo, más receptivo - ya Bolívar tocaba el tema de la independencia suramericana.
El momento llegó cuando el 19 de abril de 1810 se inició en Caracas la revolución de la independencia. Bolívar ascendido a coronel, fue comisionado por la Junta de Caracas, junto con Luis López Méndez y Andrés Bello, para viajar a Londres, y exponer ante el gobierno británico los deseos de Venezuela, que eran los de mantenerse por lo menos en autonomía respecto al gobierno que en España había tomado el mando luego de haber sido apresado el rey Fernando VII por Napoleón.
Después del 5 de julio de 1811, combatió bajo las órdenes del general Miranda para someter a los realistas que se habían alzado en Valencia. El 23 de julio de 1811 recibió Bolívar su "bautismo de fuego", es decir, peleó por primera vez.
A la cabeza de un pequeño ejército limpia de enemigos los márgenes del río Magdalena, toma en febrero de 1813 la Villa de Cúcuta e inicia en mayo la liberación de Venezuela.
La serie de combates y de hábiles maniobras que en tres meses le condujeron vencedor desde la frontera del Táchira hasta Caracas, donde entró el 6 de agosto, merecen en verdad el nombre de Campaña Admirable.
A mediados de 1819 el ejército republicano, con Bolívar a la cabeza, atraviesa los Andes, derrota el ejército realista de la Nueva Granada en el Pantano de Vargas y en Boyacá, y entra triunfante en la ciudad de Bogotá. En diciembre de 1819, a instancias de Bolívar, el Congreso de Angostura crea la República de Colombia, que comprendía a las actuales naciones de Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador.
El 11 de julio, Bolívar se halla en guayaquil, en donde desembarca el día 25 el general José de San Martín, procedente del Perú. Allí se abrazan y se entrevistan los dos ilustres capitanes de la Independencia Suramericana. Lo que conferenciaron en privado, consta en los documentos auténticos emanados de Bolívar y de su Secretaría General. El objetivo principal del general San Martín, que era negociar sobre el destino futuro de Guayaquil, no pudo realizarse, puesto que la Provincia se había incorporado ya a la República de la Gran Colombia.
Le preocupa sobre todo lo que ocurre en el Perú, pues después de la salida del general San Martín de aquel país, debido a las dificultades que tuvo con la oligarquía limeña, sus sucesores en el mando no habían podido vencer al poderoso ejército realista que todavía se sostenía en el territorio peruano y representaba una seria amenaza no sólo para la independencia del propio Perú, que no estaba consolidada, sino para los demás países de Sur América.
En 1823, el Congreso del Perú llama al Libertador en su auxilio, pues los republicanos están divididos y un potente ejército realista amenaza con destruir la obra que había iniciado San Martín. Bolívar desembarca en El Callao en septiembre de 1823, y pasa de inmediato a Lima, donde al poco tiempo el Congreso le concede poderes extraordinarios. Investido del carácter de Dictador, para salvar al Perú, (como en la antigua República Romana), Bolívar concentra todas sus energías en este objeto, del cual es una excelente síntesis su exclamación de Pativilca en enero de 1824.
En agosto de 1824, la victoria de Junín, tremendo choque de caballería, inclina la balanza del poder hacia la causa republicana. En diciembre, la batalla de Ayacucho, ganada por el más destacado de los generales del Ejército Republicano, Antonio José de Sucre, pone fin a la Guerra de Independencia. ha concluido la etapa militar y ha llegado la hora de la reorganización política y social de los nuevos Estado, para fortalecer la unidad, y con la paz, alcanzar el progreso.
En vísperas de Ayacucho, el 7 de diciembre de 1824, Bolívar había convocado desde Lima el Congreso de Panamá (el cual se reunió en 1826), para que las naciones hispanoamericanas se unieran y fijasen una posición común frente a las grandes potencias del mundo y ante España, que quería continuar la lucha.
En 1825 el Libertador visita Arequipa, el Cuzco y las provincias que entonces llamadas el Alto Perú. Estas se constituyen en nación independiente, y lo hacen bajo la protección del Libertador, en cuyo nombre se inspira la nueva República: Bolívia. Para ella redacta un proyecto de Constitución, que considera también aplicable en líneas generales a los demás países que su espada liberó.
En abril de 1826, una revolución acaudillada por el general Paéz, la Cosiata, había estallado en Venezuela. Bolívar regresa de ese año al suelo natal por la vía de Bogotá y logra restablecer la paz, evitando los horrores de la guerra civil, en enero de 1827.
Bolívar, aclamado dictador en Bogotá, acepta el mando para tratar de salvar su obra, y es víctima allí de un atentado contra su vida, el 25 de septiembre de 1828.
Poco después, ha de ponerse en campaña para enfrentar la invasión de los peruanos en el sur de la República y permanece en el Ecuador durante casi todo el año de 1829. En su ausencia, el Consejo de Ministros proyecta establecer una monarquía en Colombia, pero Bolívar rechaza con energía toda insinuación al respecto, y reitera su antigua divisa: "Libertador o muerto".

A comienzos de 1830 está de nuevo en Bogotá para instalar el Congreso Constituyente que se espera podrá salvar la unidad de la Gran República. Pero Venezuela se agita de nuevo, y se proclama Estado Independiente. La oposición crece y se fortalece en toda partes. Bolívar, enfermo y agotado, renuncia a la Presidencia y marcha a la costa con el propósito de viajar a Europa. La muerte, misericordiosa, le sorprende en San Pedro Alejandrino, una hacienda cercana a Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830. 

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