SAN IRENEO
Obispo y Mártir Nació en Esmirna, Asia Menor, 130 La presentación que
de Ireneo hacen los cristianos cautivos en las mazmorras de Lyon a sus hermanos
en la fe de Jesucristo, que moran en Roma bajo la dirección y obediencia al
Papa Eleuterio, es magnífica y nos da una primera biografía de este gran
hombre: "Os rogamos -escriben al papa Eleuterio- que le atendáis y le
escuchéis: está abrasado por el celo del Testamento de Cristo. Si supiéramos
que un título puede conferir alguna justicia al que le lleva os lo hubiéramos
presentado como un sacerdote de la
Iglesia.
Ireneo, pues, recogió de labios de San Policarpo las enseñanzas del
último Apóstol, San Juan Evangelista. Luego su testimonio es interesantísimo
para llegar hasta Jesús con un solo eslabón de por medio.
Cuando todavía era muy joven, quizá con quince años, ya sufrió en su
misma carne las sangrientas persecuciones de Adriano y Antonino Pío. Por el año
157 encontramos a Ireneo en las Galias, enviado, quizá, por su maestro San
Policarpo, para misiones de gran responsabilidad. Viene procedente de su
patria, Esmirna, con ardiente fuego apostólico en su joven corazón.
En Roma pasó varios años entregado al apostolado y en defensa de la fe
de Jesucristo en los tiempos que tanto abundaban las herejías contra ella.
Por los años 177 lo encontramos en Lyon al lado de un gran grupo de
cristianos que están encarcelados por la fe que profesaban en el Señor Jesús.
Son unos cincuenta y los preside su mismo Obispo Potino, oriundo también como
él de Asia Menor y que hacía algunos años le había consagrado sacerdote para
esta iglesia de Lyon que ahora sufre la más terrible persecución. No sabemos
por qué Ireneo no ha sido todavía encarcelado y puede moverse alentando a unos
y a otros para que perseveren en la fe cristiana. A este pueblo de Lyon y
refiriéndose a esta ocasión, alguien les ha llamado "un pueblo de
mártires". Muerto Potino los cristianos le eligen su obispo por el 180.
Los desvelos del pastor se multiplican. Se entrega sin reservas a todos los que
sufren en el cuerpo o en el espíritu. Han sido años muy duros los que han
vivido y debe devolver la paz y la calma.
Ireneo haciendo gala del significado de su nombre, es apacible y
pacificador. Hay un respiro en la
Iglesia y se dedica a multiplicar las Comunidades. Si una
cosa deberíamos resaltar de este santo Obispo sería la fidelidad a la fe
recibida. El tiene un alto concepto de la Iglesia de Roma: "La más grande, la más
antigua, por todos conocida, fundada por los gloriosos apóstoles Pedro y
Pablo".
Escribió varios tratados para defender la fe contra las herejías
reinantes. Por ellos se puede apreciar el fuego de amor a Dios y a la verdad
que llenaba su alma. Recientemente, el P. Orbe ha escrito unos comentarios de
gran autoridad sobre estos tratados. Parece que murió mártir por el 208 en la
persecución de Septimio Severo. Su fiesta se celebra desde 1922 en toda la Iglesia. Falleció
en Francia, - Lyon, 208
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