lunes, 6 de octubre de 2014

JOSE BAQUIJANO Y CARRILLO

JOSE BAQUIJANO Y CARRILLO


Político y escritor ilustrado peruano. nació en Lima el 12 mar. 1751 y murió en Sevilla el 24 en. 1817. En viaje a España conoció a Olavide ya Jovellanos en Sevilla (1773-76). En el Perú, representará análoga significación a la de Jovellanos, siendo protector de los naturales y catedrático de Vísperas de Leyes ( 1780). Fue el primero que enseñó el Derecho patrio. Célebre por su Elogio del virrey Jáuregui (1781). En él hizo acerba crítica del sistema gubernativo virreinal. En forma velada censuró la política económica e indigenista de Areche y del ministro Gálvez. Aludió a hechos concretos, se sirvió de autores como Montesquieu, Raynal, Maquiavelo y Las Casas. En acto oficial nunca se oyó crítica semejante. «Execrable doctrina», dirá Areche. Representaba la reacción del sector intelectual criollo. Más significativa porque aún duraba la conmoción producida por la rebelión de Túpac Amaru. Por ello ha sido considerado precursor de la Independencia. Baltasar Maciel, argentino, hizo una refutación al Elogio.

B. encabezó al grupo reformista de la universidad. Quería la superación de la escolástica, la enseñanza de Descartes, Newton, Heinecio, algunos galicanos y la filosofía sensualista. Perdió la elección del Rectorado ( 1783). Así, se retrasó la renovación universitaria. Se inició, en cambio, en el Colegio de S. Carlos. El virrey Taboada y Lemos dio impulso a la vida cultural. Se fundó la Sociedad Académica de Amantes del País ( 1790). B. la presidió hasta 1793. Colaboran Rodríguez de Mendoza, Unanue y Morales Duárez, después presidente de las Cortes de Cádiz. Editaron el Mercurio Peruano (1791-95). Promueve la inquietud intelectual. Rechaza los radicalismos de la Enciclopedia y la Revolución francesa. Despierta una conciencia regionalista, peruanista. B. publicó allí las historias de la Audiencia de Lima, de la universidad, el mineral de Potosí, la disertación del comercio del Perú. Vicerrector de S. Marcos (1791), catedrático de Prima de Cánones (1792). Viaje a España (1793-1801). Bajo el Ministerio de Jovellanos: alcalde del Crimen, juez de Alzadas de los tribunales del Consulado y de la Minería, en Lima (1798). En Cádiz hizo amistad con O'Higgins. Éste, en sus Memorias, lo señaló como afecto al proyecto separatista que promovió con Miranda.
En Lima, protector de S. Carlos, oidor de la Audiencia (1807). Tercer conde de Vistaflorida (1807). Luego, mentor de una política regionalista. Era una tendencia que buscaba la autonomía, la igualdad de derechos con los peninsulares. La prensa de los años 10 refleja esta orientación, halagada por el constitucionalismo de 1812. El periódico Satélite Peruano recibió el apoyo de Vistaflorida. Allí rechazaban las pretensiones de la infanta Carlota. Intensa fue la discusión política. B. adquirió más fuerza política. Sus paisanos veían en él a un caudillo. Para Abascal, resultaba persona incómoda. Júbilo causó su designación de consejero de Estado (1812). Se consideró como un reconocimiento al país. Tomó posesión en Madrid (1814); Le apoyaban el limeño duque de S. Carlos, su pariente Lardizábal Uribe. Magistrado del Consejo de Indias (1814). Luego, tuvo título de Consejero honorario. Superintendente de las Temporalidades del Perú (1815).


Escribió un informe sobre las alteraciones de América y medios de la pacificación. Critica la desatinada política seguida en América y recomienda la suspensión de hostilidades. Pide autonomía judicial, eclesiástica, económica, dentro de la unidad de la monarquía. Se identifica con las aspiraciones positivas de los insurgentes. Cree aún posible un acuerdo con ellos. Éstos, por otra parte, superado el fidelismo, viven ya una guerra separatista. Hombre moderado, jefe de los liberales peruanos, no atinó a comprender el giro revolucionario de Ultramar. Reformista del s. XVIII, la crítica del sistema virreinal es su rasgo distintivo (1781-1814). Fidelista no exento de contradicciones. Hay datos anteriores (así el de O'Higgins; el del fraile peruano amigo de Morelos, en Acapulco) que le aproximan a una posición distinta. Epígono de los ilustrados españoles, crítico de las formas tradicionales anticuadas, creó un ambiente que terminó en ruptura política. Sin duda, su obra coadyuvó, acaso sin querer, al advenimiento del separatismo. Por ello, es considerado precursor de la Independencia del Perú.

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