PRODUCCIÓN DE UN MATERIAL RECICLABLE
Plástico de botellas
Las botellas de plástico se fabrican con, entre otros materiales,
petróleo y una gran cantidad de agua (paradójicamente, más de la que luego
contendrá), se usan y, si no se tiran al correspondiente contenedor, perduran
en el medio ambiente durante siglos. Pero, ¿qué ocurre cuando se arrojan al
contenedor correspondiente y llegan a la planta de reciclaje?
¿Cuál es el método para
reciclar una botella de plástico?
Recolección. Cientos de miles de botellas de plástico llegan a la
planta de reciclaje. Todo sistema de recolección diferenciada que se implemente
descansa en un principio fundamental, que es la separación, serán recolectadas
en forma diferenciada, permitiendo así que se encaucen hacia sus respectivas
formas de tratamiento. Se prensan para que ocupen menos espacio y se forman
grandes bloques rectangulares, como si fuesen grandes bloques de ladrillos,
para que se puedan manejar de forma más cómoda.

Centro de Reciclado. A partir de ahí,
comienza el verdadero proceso de reciclaje, de transformación de una enorme
cantidad de botellas de plásticos en otros objetos, ya sean otras botellas,
otros envases, etcétera.
En primer lugar, las botellas de lavan. En este proceso
son necesarias grandes cantidades de agua y detergente, que en algunas plantas
de reciclaje se pueden reutilizar constantemente para gastar menos. Después, se
eliminan las etiquetas que están pegadas a las botellas, uno de los materiales
más contaminantes.
Clasificado.
Las botellas, una vez están limpias y sin etiquetas, se secan y se clasifican.
Las botellas PET van por un lado, las de PVC por otra, las de PE, las de ABS y
otros tipos de plástico por otro. Además, en algunas plantas, un sistema de
reconocimiento óptico las separa por colores.
Una vez separadas las botellas por tipo, y pasando
antes por una línea de limpieza en la que operarios hacen el último descarte de
las botellas que no pueden reciclarse por alguna razón, se trituran, quedando
el plástico reducido a una pequeños trozos que se asemejan a diminutos
cristales rotos o a una especie de copos de plástico. En esta parte del
proceso, se genera un líquido que hay que separar. Los pequeños trozos de
plástico tienen que ser lavados y secados una vez más.
Con el material sacado de este proceso básico ya se
puede vender a otras empresas o usarlo dentro de la propia planta de reciclaje
para elaborar nuevas botellas de plástico.
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